miércoles, 5 de diciembre de 2012

Clasificacion


LA NARRATIVA CONTEMPORANEA

La novela y el cuento son, sin duda, los géneros preferidos por los escritores de la segunda mitad del siglo XX y primeros años del siglo XXI.
Sin embargo, la estructura de la novela cambia con relación a la del siglo XIX y se construye una relación que:
·        No se considera al narrador omnisciente que conocía hasta los mismos detalles de la trama.
·        Esta identificación de la estructura novelística implica una mayor relación del lector con la historia.
·        El tiempo también ha sufrido un cambio sustancial porque las narraciones y cronológicas sino que los personajes entran y salen de la historia en tiempos externos indefinidos.
·        El monologo interior ocupa el lugar de la descripción y de los diálogos con este recurso innovador el lector penetra en el pensamiento de los personajes y va reflejando sus ideas, sentimientos, recuerdos y emociones, con el mismo desorden y confusión con que aparecen en las mentes de los personajes.

 LA POESIA CONTEMPORANEA

La poesía del siglo XX y del siglo XXI se caracteriza por la ruptura con las reglas  a las que estaba sometida en las épocas anteriores. Desaparecen, casi totalmente, las formas métricas tradicionales; se rechazan el antiguo concepto de rima y se sustituye por el ritmo interior del poema, es decir, por el logro de ciertos efectos musicales atraves de las construcciones de frases.


EL TEATRO EN LA ACTUALIDAD

Las nuevas formas teatrales surgidas después de la Segunda Guerra Mundial, expresan toda las sensaciones de la angustia y la desesperación del hombre de la posguerra. Entre ellos se destacan dos temas: el teatro de la crueldad y el más reciente  Teatro total.

La literatura...


La literatura contemporánea engloba la producción literaria “occidental” (producida en Europa y América) durante la Edad Contemporánea, es decir, a partir de la época de las revoluciones (tanto la Americana como la Francesa). Es un concepto difícil de aplicar a la literatura dado la intrínseca imbricación de la mayoría de las obras con sus antecesoras históricas, pero en este caso es un concepto definido más por valores de originalidad y ruptura estética que por cuestiones puramente cronológicas. Al igual que el arte moderno, la literatura contemporánea -también llamada moderna- se conoce así no únicamente por haber sido escrita sobre todo a partir del siglo XIX, sino por romper drásticamente con lo anterior.
Esta literatura contemporánea ha vivido varios movimientos o estilos literarios bien definidos. El primero fue el romanticismo, un movimiento no sólo literario sino también cultural y político. El rechazo de la razón, la libertad como causa suprema, y el sentimiento por encima de todo crearon obras basadas en el predominio del “yo”, la evasión y la libertad formal. Goethe, Walter Scott, Lord Byron, José Zorilla, Espronceda o Mary Shelley son algunos de los autores más representativos de esta escuela.

Tan representativa fue la anterior que la siguiente etapa del movimiento literario se conoció como postromanticismo, aunque básicamente es un concepto artificial que designa al parnasianismo, el simbolismo y el decadentismo, tres “evoluciones” diferentes del anterior tronco romántico.
El siguiente movimiento unificado llegó a mediados del siglo XIX y se conoce como realismo  o naturalismo. Fue a su modo una reacción a los excesos románticos; conservó el costumbrismo anterior pero se libró del sentimentalismo, la fantasía y la anarquía formal. Nació con él la novela social, reflejo literario de la nueva sociedad de clases, y la novela psicológica, preocupada de los temperamentos y las motivaciones. Dickens, Pérez Galdós, Dostoievski, Émile Zola y Flaubert son algunos de los autores más representativos del movimiento.
Tras ellos llega la experimentación propia del Modernismo, que aunque en España se ciñe a una serie de autores concretos (Rubén Darío, Valle-Inclán…), internacionalmente se conoce como el inicio de las vanguardias. El elitismo frente a la cultura de masas, la deconstrucción y la experimentación encontraron en Hemingway, Proust, Joyce, Beckett, o Virginia Woolf algunos de sus mejores exponentes.